domingo, 4 de noviembre de 2007

Cultura


Prácticas Funerarias


Las características de las tumbas en el área quimbaya y mas concretamente en el Quindío, son:
Tumbas de planta rectangular, de uno o dos metros de largo por uno de profundidad; el cadáver esta colocado en posición suplina y como única ofrenda tiene una cerámica al lado de la cabeza.
Tumbas de planta rectangular con una pequeña cámara en uno de sus extremos, destinada a guardar los restos del difunto; las ofrendas de cerámica aumentan en numero y aparecen ya algunas piezas de orfebrería.
Tumbas semejantes a las anteriores, pero con la cámara más grande, clausurada con maderos colocados a la entrada, unos a continuación de otros. Como ofrendas se registran en estas tumbas cerámicas de varios tipos y formas decorativas, como tazas, piedras y manos de moler (agricultura del maíz), torzalez o narigueras en forma de torzales o caricuries y anulares.
Tumbas de la misma estructura de las anteriores, pero más profundas, hasta 4 metros, con bóvedas más espaciosas, en las cuales están los restos de varias personas, ofrendas de cerámica, narigueras en forma de torzales o caricuries y anulares.
Tumbas de planta rectangular con bóveda cuadrada en uno de sus extremos; los cadáveres están colocados sobre tendidos de guasca y a su lado tienen cerámicas biomorfas, piezas de oro fino, cobre y tumbaga, y volantes o pesas de husos (tejidos).
Tumbas de planta rectangular, de 1,60 de largo, 80 cm. de ancho y varios metros de profundidad. Los cadáveres que se encuentran en esas sepulturas fueron profusamente adornados con piezas de oro y cobre en todas las partes del cuerpo y a su lado se pusieron cerámicas antropomorfas y volantes de husos.
Tumbas en cuyas bóvedas se desciende por dos fosos de forma rectangular, unidos por la base; tienen espaciosa cámara revestida de grandes lajas, introducidas allí por el orificio de mayor tamaño. En este tipo de sepulturas fueron enterrados individuos de alta jerarquía, a juzgar por la riqueza de las ofrendas de orfebrería, las más valiosas halladas en la hoya del Quindío, en el sitio denominado La Soledad.
Tumbas de planta rectangular con bóveda en uno de sus extremos, a la cual se desciende por escaleras labradas en la tierra, desde la superficie y a todo largo y ancho del orificio, razón por la cual este casi siempre alcanza gran longitud. Es este tipo de tumba que se denominaba de tajo abierto. La mas celebre fue hallada en el sitio denominado Santuario, cuya ofrenda de piezas de orfebrería peso mas de 14 libras. Los restos oseos de estas sepulturas están generalmente bien conservados.
Tumbas de planta cuadrangular, conocidas generalmente con el nombre de cuadrados. Los hay de varias proporciones y profundidades, con ofrendas ricas y pobres. Generalmente los mas profundos son los mas ricos, como el que fue hallado en Montenegro, cuyas joyas pesaron cerca de 70 libras y entre las cuales se distinguian bastones, pitos, cornetas, coronas, etc.
Tumbas de planta rectangular, revestidas de piedra por todos sus costados, hasta de 8 arrobas de peso, y encima de la cubierta con relleno de 1 m. O mas de tierra, hasta la superficie. En estos sepulcros el cadáver fue colocado en posición supina, cuñado a los lados con tierra de color carmín. En general no tienen ofrendas funerarias. Este tipo de tumbas es relativamente poco frecuente en el Quindío.
Además de los tipos anteriores, en la región del Quindío se encontraron tumbas de pozo, las cuales presentas también alguna variedad en cuanto a formas, profundidad, diámetros, etc.

Danzas y Cantos Ceremoniales


Acostumbraban a celebrar los quimbayas fiestas de carácter ritual, seguramente para propiciar el favor de sus dioses en las cosechas y en otras actividades de su vida cotidiana. Estas fiestas consistían en danzas ceremoniales al compás de tambores, acompañadas de frecuentes libaciones de chicha y de cantos en los cuales se expresaban las dificultades y necesidades de la tribu, a la vez que se rememoraban las hazañas de sus mayores.
Un carácter ritual parece que tenían también otras fiestas, como aquella en que se reunían para beber y solazarse, después de lo cual se formaban entre las mujeres, muchachos y hombres adultos donde arremetían unos contra otros, con propulsores o tiraderas, varas y otras armas, con el resultado de que de tales lides resultaban muchos heridos y buen numero de muertos.

Magia y Religión


"No tienen creencia ninguna; hablan con el demonio de la manera que los demás", escribe Cieza de León. Sin embargo, esta aseveración permite suponer la existencia de prácticas religiosas entre los nativos y de un culto consagrado a conseguir el favor de sus dioses tutelares. Su arte, expresado en la cerámica y en la orfebrería, refleja, por otra parte, un profundo sentimiento religioso. Muchas de las piezas de orfebrería representan motivos antropomorfos y antropozoomorfos, en los cuales quisieron, seguramente, figurar a varias de sus divinidades.
El agua tenia para ellos poderes curativos especiales y a ella acudían frecuentemente por medio del baño repetido cuando eran víctimas de alguna enfermedad.
Además de las creencias mencionadas, los quinbayas tenían otras en relación con el mas alla y con la existencia de otra vida después de la muerte, a la que había que llegar con algunos recursos propios de este mundo. Y creen que los cuerpos todos han de resucitar; pero el demonio les hace entender que será en parte, que ellos han de tener placer y descanso; por lo cual les echan en las sepulturas mucha cantidad de su vino y maíz, pescado y otras cosas, y juntamente con ellos sus armas, como que fuesen poderosas para librarlos de las penas infernales.

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